Aunque pensemos que dejó de existir, la lengua latina aún vive. Hoy te lo vamos a demostrar gracias al uso de latinismos en traducción, aunque en esta ocasión se utilizan mal. Especialmente si no contratas a amateurs en lugar de traductores especializados.
La lengua, aunque catalogada de extinta, sigue presente en nuestras vidas. El latín sigue vivo en la traducción jurídica y se usan muchos latinismos que, en numerosas ocasiones, se utilizan de forma incorrecta
En muchas ocasiones de la vida diaria se usan expresiones en latín, algunas bien aplicadas, pero unas tantas mal usadas. Pero que esto ocurra en una conversación al uso no pasa nada, el problema está en usar latinismos en traducciones jurídicas de forma incorrecta.
En nuestra cotidianeidad, decir que alguien sabe demasiado es igual que decir que “sabe latín”. Lo mismo ocurre cuando decimos que, a priori, una persona alza la mano motu proprio. Estamos usando dos términos latinos en tan solo una frase, y sin darnos cuenta. A priori y motu proprio son bastante usados usualmente.
Lo mismo ocurre cuando decimos “de facto”, “rara avis”, “ad infinítum” o “alter ego”.
También hay otras palabras que mencionamos en charlas al uso como spa, júnior, tiquismiquis, sui generis, dúplex, curriculum vitae o ultimátum, entre otras muchas locuciones latinas conocidas.
La lista es bastante larga y en cada ocasión conllevan una larga historia que las acompaña, por eso es legítimo que sigan vivas aunque su lengua está extinta.
¿Realmente usamos los latinismos jurídicos bien?
Ya sea para un uso más común o para la traducción legislativa, los términos en latín son propensos a salir indudablemente.
Hayas o no estudiado latín, los términos brotan solos y lo tienes tan interiorizado que ni te das cuenta. Los latinismos forman parte de tu vida y tu vocabulario y en la traducción jurídica es donde más se usa. Pero no siempre se usan correctamente, si no quédate para leer este artículo y lo comprobarás.
Por ejemplo, empezamos con la expresión “de facto”, que en términos generales quiere decir “cuestión de hecho y no de derecho”. Latinismo usado para decir eso, una acción de hecho, sin ajustarse a una norma previa.
Además, podemos usar esta expresión para hacer alusión a los gobiernos en el caso de decir que es de facto, es decir, que se ha establecido como sucede con los golpes de estado, violando la constitución del estado.
Otras locuciones latinas mal usadas
Dos términos más vamos a sacar a la palestra en el latín que son usados incorrectamente.
Es el caso de “de iure”, que quiere decir que “de derecho”. Se usa con menos frecuencia que la anterior, pero se debería decir cuando hablamos de algo que tiene respaldo jurídico.
En otras palabras, estamos usando una expresión cuando deberíamos estar cogiendo la otra, que apenas se conoce. Si usas esta locución, tendrá sentido aquello de “por derecho”.
Finalmente, la locución “in dubio pro” frente a la expresión “in dubio contra”. Aunque no sepas de qué se está hablando, en traducción jurada o jurídica seguro que no hay quien no haya oído hablar de esto.
Son dos expresiones latinas mal usadas entre sí. Son muy empleadas, pero de forma errónea.
La primera, “in dubio pro reo” significa en “caso de duda o a favor de acusación” y la de “in dubio contra fiscum” como en “contra del oponente”. Básicamente son opuestos que uno va a favor y otro es la oposición. Frecuentemente, las diferencias entre las dos opciones son tan efímeras que se puede caer en errores.
Si no tienes una buena base de latín, mejor no las uses tanto en conversaciones usuales, porque podría suponer una grave falta para el contexto del propio documento y llevaremos a nuestro cliente a cometer faltas que no tiene intención de hacerlas.
Desde Tradupla apelamos al buen uso de las expresiones latinas y, si dudamos, no usarlas para evitar errores y grandes consecuencias. ¡Palabra de traductor jurídico!