Comunicarse no es solo intercambiar palabras entre dos o más seres vivos, también hay que organizar lo que se dice con una lógica para ser entendido. Para crear relaciones entre miembros de una comunidad, la comunicación efectiva es primordial.

¿Conoces los tipos de comunicación efectiva que existen actualmente? Aprende cómo crear una comunicación efectiva donde el emisor cree un puente idóneo que llegue al receptor adecuadamente.

Una comunicación efectiva es algo que se necesita en nuestra vida diaria, tanto como seres humanos como los animales e incluso las plantas. Todos nos comunicamos de una u otra forma.

Para ello, este intercambio de información tiene que ser efectivo y con una dirección correcta para ser recibido como nosotros queremos. Es necesario contar con tres elementos básicos: emisor, que origina la información; transmisor, o canal donde fluye la información; y receptor, o individuo que recibe y entiende la información.

Si todo funciona correctamente, nada se desvirtuará y la información será completamente comprendida.

La comunicación es fundamental para las personas en todos los planos de su vida. Amistad, trabajo, familia, entorno… por ello, ser claros y tener un mensaje estructurado nos ayudará a que este proceso sea más liviano posible.

TIPOS DE COMUNICACIÓN EFECTIVA

A continuación, vamos a enumerar los tipos de comunicación efectiva que existen de forma efectiva:

Comunicación formal

Este primer tipo de comunicación efectiva trata de establecer un intercambio de mensajes entre dos partes en un entorno formal. Como su propio nombre indica, se trata de un diálogo donde los protagonistas tienen un status más elevado o, al menos, así lo dejan reflejado en su forma de comunicarse con frases correctamente formuladas, menor número de adjetivos o frases hechas.

Comunicación informal

El caso opuesto de la comunicación formal la encontramos en este tipo de intercambio efectivo. Aquí las partes se encuentran en un entorno más cercano, casi amistoso, que contribuye a una mejor manera de entenderse, porque hay más confianza y se sobreentienden cosas aun cuando no se comunican directamente.

Perfectamente encontramos este tipo de comunicación entre familiares, amigos, compañeros de trabajo, etc.

Comunicación ascendente

En el ámbito empresarial, por regla general, encontramos este tipo de comunicación efectiva. Lo vemos claro con el ejemplo del organigrama de un negocio, donde un personal comunica algo a un responsable, y la comunicación asciende de categoría.

Es una forma de intercambiar datos en los que, a veces, es por obligación y otras, incluso, por motivación propia del subordinado.

Comunicación descendiente

De nuevo, nos encontramos con la versión a la inversa del tipo de comunicación anterior. Nos ponemos en el caso de que un jefe mantiene una reunión con su equipo de trabajo y les traslada sus argumentos a través de términos de empatía y comprensión. La comunicación descendente se encuentra en estos casos donde son los trabajadores los receptores del mensaje que da una persona con más status laboral a ellos.

Comunicación lateral

No solo el envío de un mensaje va de arriba hacia abajo y viceversa, también puede viajar de forma horizontal. Seguimos con los ejemplos referentes a empresas de cualquier índole, donde un jefe de departamento puede ponerse en comunicación con otros jefes de otros departamentos diferentes, el de marketing con el de ventas.

Trabajan con un mismo objetivo común, aunque en diferentes campos. El emisor emite un mensaje que es comprendido a la perfección por su compañero porque se encuentran en la misma posición dentro de la empresa. No debe existir barreras ni interferencias.

Comprender el significado del mensaje: comunicación efectiva

La comunicación efectiva solo se entiende cuando la intención del mensaje enviado por parte del emisor se efectúa correctamente. Es decir, se comprende el significado de lo que se ha dicho por parte del receptor.

Cuando obtenemos ese éxito se logra una comunicación efectiva. Pero hay que recordar que, antes de empezar el proceso de envío, el emisor debe tener muy claro qué quiere transmitir y cómo hacerlo de la mejor forma posible.

En la comunicación efectiva los conceptos poco claros, malentendidos o interpretaciones erróneas no pueden ocurrir y, por ello, el emisor debe ser racional y emocional para acaparar la atención del receptor con su mensaje previamente elaborado, bien estructurado y con una trayectoria idónea.

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