La filología se basa en conocer en profundidad documentos escritos para encontrarles sentido más original en un contexto determinado y bajo el respaldo de una cultura en concreto. Hoy vamos a indagar en lo que engloba la filología y dónde puedo trabajar cuando me gradúe. Por eso vamos a hablar sobre la ciencia que estudia las lenguas y sus historias.
El trabajo de una persona que interpreta textos en sus lenguas y bajo una historia es el de un filólogo. Constituye una expresión cultural basada en el lenguaje, la literatura y lo vinculado a las lenguas.
El término filología proviene del latín philologĭa, que a su vez proviene del griego que significa “amor o interés por las palabras”. Y en eso consiste la ciencia que estudia las lenguas y sus historias, de analizar textos escritos y reconstruir su sentido original lo más real posible apoyándose culturalmente. Los traductores profesionales no suelen ser filólogos. Ellos han estudiado la carrera de traducción e interpretación y es uno de los requisitos indispensables para poder trabajar en una agencia de traducción. Salvo para idiomas menos habituales, como por ejemplo un traductor de chino, se requieren este tipo de grados, que reciben otra nomenclatura distinta según el país.
Los profesionales filólogos realizan una labor parecida al del hermenéutico, solo que se dedica a la forma escritas de las palabras. Se trata de interpretar el sentido de lo que hay escrito y unirlo a la cultura y contexto bajo el que fueron creados esos documentos. Estos textos pueden datar tanto de épocas pasadas y de documentos recientes pero que necesitan ese análisis de manos de un experto.
¿Qué estudia la filología?
Esta ciencia trata un sentido amplio, como bien apuntábamos, de análisis de textos, pero normalmente focaliza en conocer los idiomas originales tales como el latín o el griego, entre otras muchas. También existen filólogos que se especializan en lenguas modernas y la evolución que han tenido desde su origen, comparando gramática, literatura y otros aspectos más relevantes.
Esta ciencia, como tal, tuvo su inicio en el Museo de Alejandría, concretamente fundada para Occidente, y cronológicamente ha cobrado importancia, sobre todo durante la segunda mitad del siglo pasado para el trabajo en los medios digitales, que manejan continuamente textos a cada momento.
La filología constituye una forma de disciplina muy asentada en nuestra sociedad porque el lenguaje escrito siempre va a existir pese a los avances tecnológicos y hay que saber en todo momento cuál es el análisis de aquello que leemos y cuál es su contexto e historia para entenderlo mejor.
Quiero ser filólogo, ¿Qué debo estudiar?
Si estás pensando qué hacer si lo tuyo es la ciencia que estudia las lenguas y sus historias, la carrera universitaria de Filología es la tuya.
Para obtener este título, lo que debes tener claro es tu amor por las letras y los textos. También debes elegir una lengua en concreto de estudio, puede ser española, pero también inglesa, alemana, italiana… o incluso combinar un doble grado con algunas unidas, lo que es llamado grado de Lenguas y Literatura Modernas.
También existen otros estudios a los que acudir si tenemos dudas al respecto. En la facultad de Filología existen otras opciones como el grado de Lingüística o el de Estudios Literarios, entre otros.
También puedes decantarte por cursar un máster en lugar de un grado. Existe la especialización para estudiantes de carreras cercanas como humanidades, periodismo o traducción e interpretación. Pero recuerda, solo si tu objetivo es ofrecer servicios de traducción, no puedes decantarte en este caso por la filología.
Opciones para trabajar siendo filólogo
Y ahora que ya tienes la titulación y eres un egresado te preguntarás, ¿dónde podré trabajar con este título? Pues bien, aunque pienses que tiene pocas salidas, una profesión como esta tiene diversos ámbitos de actuación.
El perfil de filólogo puede estar en áreas de educación, pero también en medios de comunicación, editoriales, universidad para investigación, etc. Lo más frecuente es encontrar a titulados trabajando en docencia secundaria o universitaria, asesoramiento editorial, elaboración de críticas, redacción y edición de textos y libros o en corrección y asesoramiento lingüístico.
Actualmente también existe otra vía, la lingüística computacional, que es la que encontramos dentro de la inteligencia artificial, de gran relevancia en nuestros días.
Y, cómo no, puedes también formar parte de una empresa de traducción como Tradupla, pero no ofreciendo el tradicional servicio de traducción, sino como copywriter SEO, redactor de contenidos, editor y otro tipo de servicios ligados con la comunicación.
¿Te apuntas a formar parte del maravilloso mundo de las lenguas y sus historias?