Desde 1991, el marco común europeo de referencia para las lenguas, MCER, o CEFR en inglés, es un modelo de Europa que se usa para evaluar el grado de expresión oral y escrita, así como la comprensión de una lengua diferente a la materna. Conoce más sobre su historia, además de la relevancia actual que contiene.
El Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas es la mejor manera que hay para definir cuál es el grado de aprendizaje en el que nos encontramos en una determinada lengua nueva. Se trata de evaluar si estamos capacitados o no para desenvolvernos en otro idioma diferente al natal.
El proyecto vio la luz en el año 1991 y, desde entonces, ha sido tomado de referencia y tomando más importancia para medir el nivel de forma escrita y oral en una nueva habla. Sirve a nivel europeo y fue un proyecto creado por el gobierno suizo basado en estudios previos.
Antes de que existiese el MCER, muchos filósofos del lenguaje ya empezaron a proponer teorías para poder catalogar de alguna forma el nivel humano que se adquiere en cada idioma nuevo en el conocimiento. Ludwig Wittgenstein en los años 50 o Dell Hymes son algunos destacados en este campo.
Entre los conceptos que se han conservado de estos estudios y teorías destacan el conocimiento declarativo, la habilidad o el conocimiento procedimental. Esto se une con otras acciones a tener en cuenta como la habilidad para aprender, la competencia lingüístico-comunicativa y la competencia existencial.
Finalmente, en la versión final que usamos hoy día, en el marco común europeo de referencia para las lenguas, se encuentran las siguientes competencias a tener en cuenta: competencia lingüística, sociolingüística y la pragmática.
¿Es útil el Marco Común Europeo de Referencia para los estudiantes?
Más de una vez habrás odio sobre alguien que tiene nivel B2 de inglés o A1 de italiano. Esto es lo que conocemos como Marco Común Europeo de Referencia o MCER para lenguas. Esto permite catalogar a una persona en qué nivel de comprensión y expresión está en una lengua en concreto.
Actualmente existen seis niveles diferentes para estructurar el estudio de idiomas. Esto se usa, además, para emitir certificados que nos sirven para tener reconocido ese conocimiento lingüístico extra. Trinity College London o Cambridge usan el MCER para homologar dichos títulos. En nuestra agencia de traducción, todos los traductores profesionales cuentan con un grado en traducción e interpretación y además con títulos reconocidos por el marco común europeo de referencia para las lenguas en distintos idiomas de trabajo.
Según expertos en lenguas y en el Marco Común de Referencia para lenguas, gracias a este método se aprenden y enseñan idiomas y además se evalúa mejor de cara al exterior cuando necesitamos aportar pruebas de nuestro nivel de idiomas.
Las autoridades europeas lo cogen como forma de calibrar las calificaciones de pruebas de idiomas de la UE y unificarlos y crear una pauta estandarizada aplicable a los ciudadanos de la Unión Europea. Así, todas las instituciones pueden seguir el mismo proceso y la comunicación entre lenguas es más fácil y directa.
Si tenemos un Marco Común Europeo de Referencia podemos establecer una forma de acreditar el grado de inglés, francés, alemán, etc. y conseguir un título oficial que lo acredite y así aplicar a puestos profesionales y académicos de mayor rango. En cualquier empresa de traducción por lo tanto se requieren títulos de idiomas reconocidos por el MCER.
¿Qué niveles de referencia existen actualmente?
El marco común europeo de referencia para las lenguas ha establecido seis categorías básicas a seguir para organizar la instrucción de nuevas hablas y homologarlas a través de títulos creados por entidades competentes.
Los seis grados, además, se agrupan en tres bloques, para hacer más fácil su comprensión:
Nivel básico – en este se encuentra el subnivel A1 y A2. Si tenemos cualquier homologación en este primer paso lingüístico podremos comunicarnos de forma sencilla usando palabras simples, expresiones cotidianas y dar información básica sobre uno mismo y sobre cosas comunes del día a día.
Nivel intermedio o usuario independiente – Es igual a obtener un estamento B o nivel medio, encontramos otros dos subniveles, el B1 y B2. En esta ocasión el estudiante ya sabe desenvolverse en muchas otras situaciones más complejas, sobre todo en viajes a otros destinos con el idioma de aprendizaje. Comprende textos y habla con algo de soltura. Con un nivel B2 se pueden prestar servicios de traducción siempre hacia la lengua materna, nunca hacer una traducción inversa.
Nivel competente o C – Aquí s e encuentra el C1 y C2. Esta vez, al ser las categorías más elevadas, el dominio del nuevo idioma es muy eficaz. Podemos comprender una amplia variedad de textos, expresarnos fluidamente y hacer uso del habla nuevo para asuntos diversos. Se asemeja al uso que tenemos con nuestro idioma materno, aunque sin llegar del todo a tener los matices de toda una vida con la misma lengua y su uso diario, pero se asemeja. El servicio de traducción que prestan los traductores e intérpretes con esta titulación puede ser hacia la lengua materna o viceversa.
Nuestro consejo es que, sea el idioma que sea al que decidas acceder, comiences desde el inicio, certificando cada nivel, incluso el A1, pues así te asegurarás que estás caminando sobre bases seguras. Además, si es una lengua que nunca has usado ni aprendido en tu formación escolar, ¡con más razón!
Los traductores de Tradupla lo hicieron y, ¡míralos! Saben desenvolverse fácilmente en varias lenguas a la vez y traducir con destreza.